¿Cómo comprar billetes de ferry Algeciras - Tánger?

En nuestra página web puedes comprar tus billetes de ferry Algeciras - Tánger en una transacción 100% online. Introduce tu origen, destino y fecha de viaje y recibirás tus billetes en el correo electrónico en cuestión de minutos la confirmación de tu reserva que posteriormente tendrás que canjear en la taquilla de la naviera situada en el puerto. Es importante que si tu viaje es de ida y vuelta conserves en todo momento la confirmación de la reserva para poder canjearlo a la vuelta.

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¿De dónde salen y a dónde llegan los ferries Algeciras - Tánger?

Los ferries entre Algeciras y Tánger salen desde El Puerto de Algeciras. Si te encuentras en el centro, por ejemplo, en la Plaza Alta, puedes llegar al puerto caminando en aproximadamente 10 a 15 minutos. El trayecto es directo por la Avenida Virgen del Carmen, una vía principal que conecta el centro con la zona portuaria. El servicio de transporte urbano de Algeciras, ofrece varias líneas que conectan el centro con el puerto. La línea 1 tiene un recorrido que incluye el centro y llega hasta el puerto y la 5 también conecta el centro con el puerto, pasando por zonas como Juliana. Además, otras líneas como la L3, M-120 y M-130 tienen paradas cercanas al puerto. Por ejemplo, la línea L3 tiene un recorrido que incluye paradas en el centro y en las proximidades del puerto.

Los ferries llegan al Puerto de Tánger Med. Este puerto está situado a aproximadamente 40 km del centro de Tánger. En autobús puedes ir desde Tánger Med hasta la estación de tren Tánger Ville. El trayecto dura alrededor de 1 hora y 14 minutos. Si tu destino es el boulevard Pasteur, la medina o el zoco, puedes caminar desde la estación. El paseo puede durar entre 20 y 30 minutos, dependiendo del punto exacto al que vayas. Además, las líneas de autobús de Tánger conectan la estación con distintas partes de la ciudad, incluida la medina.

¿Qué ver si viajo en ferry entre Algeciras y Tánger?

Tánger es uno de los destinos más fascinantes del norte de Marruecos y… ¡no es para menos! Si Tánger está en tu lista de próximos viajes, te recomendamos que no te pierdas:

La Medina con sus zocos y callejuelas llenas de vida, la Kasbah y su Museo, el impresionante Cabo Espartel, las Grutas de Hércules, el animado paseo marítimo de la Corniche, la Plaza del 9 de Abril, el Gran Zoco, el elegante barrio de Marshan, el Museo de Arte Contemporáneo, el Palacio del Sultán Dar el Makhzen, la playa de Tánger… ¡y mucho más por descubrir!

¿Qué hacer en Tánger?

Tánger, ciudad portuaria del norte de Marruecos, es una encrucijada vibrante entre África y Europa, donde el Atlántico se funde con el Mediterráneo y donde las culturas se entrelazan en una armonía única. Situada en un enclave geográfico privilegiado, frente al Estrecho de Gibraltar, Tánger ha sido desde hace siglos lugar de paso de comerciantes, espías, escritores y soñadores. Cosmopolita, artística y cargada de historia, esta ciudad marroquí es una de las joyas más seductoras del Magreb.

Recorrer Tánger es adentrarse en un mosaico de civilizaciones. La medina, rodeada de murallas, es un laberinto de callejuelas llenas de vida, tiendas tradicionales, aromas de especias y sonidos que invitan a perderse sin rumbo. Allí se encuentran joyas como el Petit Socco, antiguo epicentro del Tánger internacional, o la Gran Mezquita, construida sobre las ruinas de un templo romano y una antigua catedral portuguesa. En lo alto de la ciudad, la Kasbah se alza con su aire señorial y vistas espectaculares, y en su interior, el Museo de la Kasbah ofrece un recorrido por la historia marroquí a través de arte, arquitectura y objetos antiguos.

La influencia europea, sobre todo francesa y española, está presente en el barrio moderno, donde avenidas como la del Boulevard Pasteur o la Plaza de Francia reflejan la herencia colonial en cafés, edificios art déco y librerías centenarias. Muy cerca, el Gran Teatro Cervantes, en proceso de rehabilitación, recuerda la intensa vida cultural hispánica que una vez animó la ciudad.

Tánger también sorprende por su entorno natural. A pocos kilómetros del centro, el Cabo Espartel, con su emblemático faro, marca la entrada simbólica al Estrecho. Y justo debajo, las legendarias Grutas de Hércules, esculpidas por el mar, combinan mitología y belleza natural. La costa atlántica, con playas extensas y salvajes como Achakkar, ofrece un contraste perfecto con la más serena bahía mediterránea donde se encuentran las playas urbanas de Tánger, ideales para pasear o relajarse junto a los chiringuitos.

La vida cultural de Tánger es intensa y diversa. La ciudad acoge festivales de cine, música y literatura, y aún resuena el eco de los grandes intelectuales que vivieron o pasaron por aquí: Paul Bowles, Jean Genet, William Burroughs o Mohamed Choukri. Espacios como el Café Hafa, con sus terrazas escalonadas frente al mar, son puntos de encuentro donde historia, bohemia y paisaje se funden en una atmósfera única.

Tánger es también un referente gastronómico. En sus restaurantes y mercados, los sabores del Atlántico se mezclan con los aromas del Magreb. Tajines, cuscús, hariras y dulces como los chebakia conviven con platos de pescado fresco, mariscos y ensaladas especiadas. Todo ello acompañado de un té a la menta con vistas al mar o en el bullicio del zoco.

Durante el año, Tánger celebra tanto las festividades musulmanas como eventos internacionales, como el Tanjazz, el Festival Nacional del Cine, o las noches sagradas del Ramadán, que transforman la ciudad con luces, música y cenas comunitarias. Esta diversidad religiosa y cultural se refleja también en la convivencia de mezquitas, iglesias y sinagogas en sus barrios históricos.

Ya sea paseando por sus calles empedradas, explorando su litoral salvaje o sumergiéndose en su vida nocturna, Tánger ofrece una experiencia sensorial completa. Una ciudad que respira misterio, energía y poesía. Un lugar donde el viajero encuentra el pasado y el presente entrelazados en cada rincón.

Tánger, con su espíritu fronterizo, su legado multicultural y su magnetismo casi literario, no es solo un destino: es una emoción, una historia abierta, un puente entre mundos. Ideal para quienes buscan autenticidad, belleza y el encanto de lo inesperado.

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