¿Cómo comprar billetes de ferry Melilla - Almería?

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¿De dónde salen y a dónde llegan los ferries Melilla - Almería?

Los ferries entre Melilla y Almería salen desde El Puerto de Melilla. Dado que el puerto está muy cerca del centro, puedes optar por caminar. Desde lugares como la Plaza de España o el Centro Comercial Abierto de Melilla, el trayecto es de unos 10 a 15 minutos a pie. Además, varias líneas de autobús urbano conectan el centro con el puerto. Las líneas que pasan cerca del Puerto de Melilla incluyen la línea 5, la línea 7 y la línea C-1. Estas líneas tienen paradas en puntos estratégicos del centro, como la Plaza de España y la calle Gran Capitán. Por ejemplo, la parada "Colegio Reyes Católicos" está a solo 1 minuto a pie del puerto.

Los ferries llegan al Puerto de Almería. La forma más sencilla es caminar. Desde la terminal de ferris hasta la Plaza del Ayuntamiento o la zona comercial del centro, el trayecto dura entre 10 y 15 minutos. Si prefieres viajar en autobús, el servicio de autobuses urbanos de Almería, ofrece varias líneas que conectan el puerto con el centro como la línea L1 (Casco Histórico), la línea L2 (Centro - Hospital Torrecárdenas), la línea L6 (El Puche - Pescadería) y la línea L30 (Almería - Aeropuerto - Retamar). Estas líneas tienen paradas cercanas al puerto, como "Hermanos Machado" y "Canónigo Molina Alonso", a unos 2-3 minutos a pie. Desde allí, puedes llegar al centro en aproximadamente 5 minutos. Los autobuses suelen pasar cada 15-20 minutos.

¿Qué ver si viajo en ferry entre Melilla y Almería?

Almería es provincia de la comunidad autónoma de Andalucía, Está situada en el sureste de la península y rodeada por dos sierras, Gádor y Alhamilla, así como el valle y el delta del río Andarax. Su puerto abre la ciudad al mar Mediterráneo.

¿Quieres saber qué no puedes perderte en tu próxima visita a Almería? Faro de San Telmo, Cable Inglés, Conjunto Monumental Alcazaba, Puerto de Almería, Parque del Boticario, Paseo Marítimo, Fuente Indalo, Catedral de Almería, La Rambla, El Moratel, Castillo de Guardias Viejas o Villaricos, ¡entre muchos otros puntos de interés!

¿Qué hacer en Almería?

En Almería, ciudad andaluza bañada por el sol del Mediterráneo y resguardada por la imponente Alcazaba, se entrelazan historia, naturaleza y tradición en un entorno de contrastes únicos. Situada entre el desierto de Tabernas, las sierras almerienses y el Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar, Almería cautiva por su luz intensa, su alma morisca y su carácter genuino de tierra fronteriza.

Uno de sus símbolos más destacados es la Alcazaba de Almería, una de las fortalezas musulmanas más grandes de Europa. Desde sus torres se domina toda la bahía, el puerto y el caserío blanco que desciende hasta el mar. A sus pies se extiende el barrio de la Chanca-Pescadería, con casas de colores vivos y una historia vinculada al mar y a la inmigración. Muy cerca, la Catedral de la Encarnación, fortificada para defenderse de los ataques piratas, combina el gótico y el renacimiento en un templo que refleja el pasado convulso de esta ciudad costera.

El centro histórico de Almería, con su red de callejuelas, plazas recoletas y antiguos aljibes árabes, invita a pasear sin prisas. Entre sus rincones más singulares están los Refugios de la Guerra Civil, una red de galerías subterráneas de más de 4 kilómetros, hoy visitables, que protegieron a la población durante los bombardeos. También destacan espacios culturales como el Museo de Almería, con valiosas piezas de la cultura argárica, o el Centro de Interpretación Patrimonial, desde cuya terraza se disfrutan magníficas vistas al casco antiguo.

Durante todo el año, Almería ofrece un vibrante calendario cultural. En primavera y verano, sus calles se llenan de vida con actividades al aire libre, cine, música en directo y teatro. En agosto, la ciudad celebra su gran cita festiva: la Feria de Almería, en honor a la Virgen del Mar, donde casetas y conciertos se mezclan con el ambiente familiar y festivo. Igualmente importantes son su Semana Santa, sobria y silenciosa, y el Festival Internacional de Cine de Almería, heredero del legado de los spaghetti western que se rodaron en sus paisajes desérticos.

A pocos minutos del centro urbano, la ciudad se abre a espacios naturales de enorme valor. Las salinas de Cabo de Gata ofrecen un espectáculo de flamencos al atardecer, mientras que playas como Monsul, Los Genoveses o El Playazo permiten disfrutar de calas vírgenes enmarcadas por formaciones volcánicas. Para los amantes del senderismo, rutas como la del Desierto de Tabernas o la subida al Pico del Chullo en la Alpujarra almeriense completan una oferta de naturaleza salvaje y sorprendente.

La gastronomía almeriense es otro de sus grandes reclamos. Aquí conviven productos del mar como la gamba roja, la jibia o el gallo pedro, con los sabores del interior: embutidos caseros, gurullos, trigo, migas o tabernero. No faltan los invernaderos que abastecen de frutas y hortalizas a media Europa, ni los vinos de la tierra con denominación propia. Las tapas, convertidas en seña de identidad local, hacen de cada bar un lugar donde experimentar la cocina de forma informal y sabrosa.

Por la noche, Almería ofrece un ambiente relajado y acogedor. Desde el Paseo Marítimo o la Plaza Vieja hasta el bullicioso barrio de Nueva Andalucía, terrazas y bares invitan a disfrutar de veladas al aire libre, mientras el castillo y el mar completan el telón de fondo. En los meses estivales, ciclos de conciertos, cine en la playa y mercados nocturnos llenan la ciudad de propuestas culturales bajo las estrellas.

Almería, con su mezcla de historia andalusí, paisajes desérticos, litoral virgen y espíritu mediterráneo, es una ciudad que sorprende y emociona. Ya sea recorriendo sus monumentos, sumergiéndose en sus playas o saboreando su cocina, esta tierra luminosa deja una huella profunda y duradera en quienes la descubren.